El trayecto coordinado del vuelo inaugural

  • Cada vez que se autoriza la operación de una ruta aérea, surge de inmediato la interrogante habitual del público general, deseoso de viajar al nuevo destino: ¿Cuándo comienzan a volar?

A raíz de la reactivación paulatina de vuelos en el mundo, producto de la disminución de restricciones sanitarias gubernamentales relacionadas con el covid-19 y del aumento de los programas de vacunación, cada vez más aerolíneas están sumando destinos a sus itinerarios regulares. Pero no todo es tan sencillo o inmediato como parece.

En el momento que la autoridad aeronáutica permite la operación aerocomercial a un destino en particular, con base en el convenio bilateral o acuerdo con el país destino, se inicia todo un proceso técnico y comercial por parte de la aerolínea interesada o designada para hacer realidad esa conexión.

Las aerolíneas son las primeras en colocar en una balanza la conveniencia o pertinencia de dicha ruta, desde el punto de vista operativo y financiero. Desde luego, el transporte aéreo también se debe a una necesidad socioeconómica, porque une pueblos y fomenta el intercambio de bienes y servicios, que a la larga son el camino a la prosperidad.

Sin embargo, el transporte aéreo comercial es un negocio también. La única manera de garantizar el servicio en una ruta es que ésta sea obviamente rentable, en el mediano o largo plazo. Así las cosas, previo a inaugurar un vuelo, la aerolínea evalúa la demanda potencial de ese destino, la aeronave apropiada, la tripulación disponible, los servicios en tierra a contratar y, en general, los costos derivados de dicha operación.

En paralelo, se van engranando las piezas necesarias para hacer realidad el anhelado primer vuelo, que será el inicio de la regularidad de las operaciones aéreas al destino seleccionado, es decir, la continuidad de la prestación del servicio aéreo, para confianza de pasajeros y agentes de viajes por igual.

El departamento comercial de la aerolínea es el punto de partida de ese engranaje, porque debe conocer el potencial de una ruta, para decidir su incorporación en el sistema de reservaciones, a partir del cual las agencias de viaje iniciarían también su tarea de promocionar y vender dicho nuevo destino. Desde luego, una vez definido el itinerario, el mismo debe ser presentado ante la autoridad aeronáutica para su aprobación definitiva, antes de hacerlo del dominio público y comenzar la comercialización.

Al mismo tiempo, el departamento de operaciones coordina con las autoridades aeroportuarias, tanto en la partida como en la llegada, la reserva del espacio (slot) para llevar a cabo la atención a los pasajeros que se presenten en el mostrador de la aerolínea para el vuelo en cuestión, y trabaja con los servicios en tierra para la atención de la aeronave en todo el proceso de embarque o desembarque de pasajeros, manejo de equipaje, despacho de combustible, entre otros asuntos de importancia para lograr el objetivo de una operación exitosa.

A todo lo anterior, se le suma el factor humano, que, en el caso de la aerolínea, tiene que ver con su personal, y principalmente con su tripulación de vuelo. Luego de tantos meses de receso obligado por pandemia, los pilotos y tripulantes de cabina han debido pasar por todo un proceso de “chequeo recurrente” y capacitación para volver a volar. El necesario refrescamiento en la operación de la aeronave, en la cual esté certificada la tripulación, entre otros factores asociados a la seguridad del vuelo, como son los exámenes médicos y psicotécnicos de rutina.

En este contexto, una vez cumplidos los requisitos técnico-operacionales, y superadas las exigencias que puedan surgir en el camino (administrativa-legal), la aerolínea podrá fijar una fecha tentativa del primer vuelo o vuelo inaugural, y establecer la frecuencia del servicio aéreo, sea diario, semanal o quincenal. Siempre, como se ha indicado, dependiendo de la demanda de mercado, disponibilidad de equipo, y autorización de parte de la autoridad aeronáutica en cada ruta propuesta.

La aviación es una actividad compleja, altamente técnica, y apegada a estándares mundiales de seguridad. Es importante recordar que detrás de cada permiso de vuelo, hay una maquinaria humana trabajando para garantizar que la operación sea exitosa para todas las partes: la aerolínea, los pasajeros, el aeropuerto, y la sociedad en general, que directa o indirectamente se beneficia cada vez que un avión está en el aire.

En resumen, cuando se autoriza un nuevo destino, la materialización de esa operación -vuelo inaugural- siempre dependerá de múltiples factores, porque nada es inmediato en aviación. Es la manera de mantenerse como el medio de transporte más confiable, rápido, y seguro del mundo.

Luis Manuel Vargas M.
Comunicador Social. UCAB 92. CNP #7761
@aeroconexion

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