De acuerdo a ambientalistas, científicos turisteros, buzos, ejidatarios y prestadores de servicios turísticos de la región, FONATUR convino con empresarios el cambio de trazo del Tren Maya, el cual estaría afectando parte de su terreno y en algunos casos infraestructura, por el cambio de terrenos ejidales donde las afectaciones ambientales serán mucho mayores que sobre el derecho de vía ya existente.
Estos grupos piden a la Federación que se hagan los estudios necesarios para evitar poner en riesgo el frágil entorno ecológico de la zona. Si bien el trazo de Cancún a Playa del Carmen, conocido como 5 Norte, ha contado con el apoyo de particulares que han donado o comercializado predios para que pase paralelo a la carretera federal tierra adentro, es el 5 Sur, que va de Playa a Tulum, el que cuenta con la mayor cantidad de cuevas y cenotes además de selva virgen que los expertos llaman a preservar por su importancia para la vida.
De hecho existe una demanda en la plataforma «Change.org», hecha el 08 de febrero por el usuario Pedro Ortega Nuñez y llamada “No al Tren Maya sobre los cenotes y cuevas de Quintana Roo”, la cual ya supera las 51 mil firmas, que basa su postura en la del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), el cual detectó diversas problemáticas en el proyecto más emblemático del turismo de la actual administración.
Esta señala que esta modificación del tren vendrá a fragmentar los ecosistemas locales, y pondrá en riesgo la flora y fauna del lugar. Agrega que estos territorios cuentan con la red de cuevas más largas del planeta, fuente de agua potable para los locatarios, y atractivo turístico para los millones de visitantes nacionales y extranjeros que cada año visitan los sitios naturales del destino. «Estos ríos subterráneos de agua dulce desembocan en el mar y definen los ecosistemas costeros, generan las arenas blancas y provocan la claridad del agua del mar Caribe», apuntan.
El Centro Mexicano de Derecho Ambiental Expone que no se hicieron públicos el Proyecto Ejecutivo y la Manifestación de Impacto Ambiental, de hecho a la fecha, se desconoce el trazo final del tren, y aunque se aprovechará la infraestructura ferroviaria que existe, 68% del recorrido tiene que gestionarse todavía.
