Canal de Panamá lava la cara de sus compuertas centenarias

Decenas de obreros trabajan en dos largas cámaras rodeados de altas paredes, gigantescas compuertas y pequeñas columnas de agua cuyo ruido recuerdan a una cascada, mientras un barco cruza a escasos metros el centenario canal de Panamá.

Los trabajadores dan mantenimiento a las cámaras en el carril oeste de las esclusas de Miraflores, en el lado Pacífico de la vía interoceánica panameña, por la que pasa el 5% del comercio marítimo mundial.

En turnos de 12 horas, 350 obreros por la mañana y 250 por la noche, realizan operaciones de mantenimiento a unas instalaciones que fueron inauguradas en 1914 y por la que pasan una treintena de barcos a diario.

Cada cámara, de 304,8 metros de largo y 33,5 metros de ancho, ha sido vaciada previamente. Obreros e ingenieros revisan válvulas, los muros de 26 metros de altura y las alcantarillas, por donde entra el agua para subir y bajar los barcos, para reparar los desperfectos.

Dos compuertas han sido previamente desinstaladas y llevadas al taller por la mayor grúa del Canal, un viejo botín de guerra alemán, para reconstruir el acero, cambiar cauchos y sellos y volverla a pintar. El trabajo de rehabilitación dura meses, por lo que son sustituidas por otras dos.

“Estas compuertas son de la construcción del Canal, o sea, tienen más de 100 años”, dijo a la AFP el ingeniero Wilfredo Yau, gerente de obras civiles de la división de esclusas de la Autoridad del Canal de Panamá.

“Este par que estamos trabajando ahora mismo se trabajaron por última vez hace 31 años. Sacando cuentas es posible que este sea el segundo mantenimiento que se les esté haciendo”, añadió.

PanamáÓn

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