Una casa en el árbol para cada día de la semana

El hotel Treetop, de Suecia, ofrece hasta siete habitaciones diferentes para vivir la experiencia de dormir, literalmente, en la copa de un árbol 

Lejos de ser un sueño infantil, las casas de los árboles ascienden a la categoría de hoteles que, además de originales construcciones, permiten disfrutar de excelentes vistas y contacto directo con la naturaleza en la que se enmarcan. Pero este alojamiento en Suecia eleva la experiencia al siguiente nivel. 

Diseñada por la compañía Off the Map, la propuesta mezcla aventura, arquitectura y cultura al proponer dormir durante siete noches en las copas de los árboles, cada día en un alojamiento diferente, pero todos especiales por su diseño y ubicación. 

Tree Hotel, en la Laponia sueca, nos permite dormir siete noches en siete cabañas diferentes, todas suspendidas entre las copas de los árboles 

Cada casa del árbol se acompaña, además, de actividades y experiencias gastronómicas únicas para conformar una verdadera aventura ártica y que van de la degustación de platos locales a la inmersión en la cultura sami, pasando por la exploración del bosque y, con suerte, la observación de la aurora boreal. ¿Nos vamos? 

Tree Hotel 

Tree Hotel, posiblemente el establecimiento hotelero más famoso del norte de Suecia, es nuestro particular destino. 

Ubicado en un bosque de pinos a unos 100 km al norte del aeropuerto de Luleå, en la localidad de Harads, sus espectaculares casas suspendidas entre los árboles, todas diferentes, nos acogen en medio de un despliegue de creatividad e ingeniosas soluciones arquitectónicas. 

Eso sí, mejor no deshacer del todo la maleta, ya que cada noche nos espera un árbol diferente para experimentar distintas vistas, materiales y texturas. 

Siete noches, siete habitaciones 

The Dragonfly es nuestra primera incursión entre los árboles. De nada menos que 52 m2, es una de las casas más espaciosas, que puede servir incluso como espacio para eventos. Tras el acceso por una rampa de 15 m de largo accedemos a un espacio plagado de ventanales con magníficas vistas al valle. 

Construida en madera y obra de los arquitectos Rintala Eggertsson, cuenta con un recubrimiento de chapa teñido de marrón óxido que le ayuda a fundirse aún más con el bosque que la rodea. Baño, wifi, ducha y aire acondicionado con algunos de sus extras.

La segunda noche, y tras un día en compañía de uno de los últimos sami del bosque, que nos explicará los detalles de la cultura de su pueblo, pasamos a la casa árbol Blue Cone, de diseño más austero pero idéntico encanto con su madera roja y su puente de entrada. 

De estilo totalmente diferente es The UFO, nuestra siguiente parada, que imita un ovni posado entre los árboles y ‘se marida’ con una actividad de observación de estrellas en el cielo ártico. 

Explora Harads 

Al día siguiente, tras explorar la localidad de Harads y caer rendidos a la dulce costumbre de la fika o merienda sueca que siempre se acompaña de un bollito de canela, nos preparamos para dormir en Mirrorcube, una habitación que utiliza para esconderse entre los árboles sus paredes espejadas que reflejan su entorno. Edificada sobre una base de aluminio que rodea el tronco del árbol y paredes recubiertas con vidrio reflectante, ofrece increíbles vistas panorámicas desde sus seis ventanas. 

El día siguiente, dedicado al bosque, nos lleva a alojarnos en un nido de pájaro (o lo más parecido posible sin dejar de ser una habitación de hotel), la novedosa Bird’s nest. 

El cielo es el verdadero protagonista de nuestra estancia en The Cabin, la sexta noche, gracias a su terraza panorámica perfecta para admirar la noche. 

La última noche, tras una cena de siete platos elaborada con ingredientes locales, nos espera la 7th Room. Elevada en lo alto de las copas de los árboles, al mirarla desde abajo nos topamos con fotografías a tamaño real de esos mismos árboles antes de colocar la cabaña, lo que genera un original camuflaje. 

El propio ascenso a la habitación es una experiencia, con tramos de escaleras y descansos alternos que nos van acercando a las nubes para regalarnos, desde lo alto, magníficas vistas del río Lule y un escenario incomparable para cazar auroras boreales. 

cerodosbe.com

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