Hacer un crucero es uno de los viajes más demandados, así que tarde o temprano casi todos vamos a reservar uno, pero hay que saber todo esto cuando reserves u
Un crucero es una de las experiencias con las que soñamos todos y raro es quien no se lanza y reserva uno de estos especiales viajes por el mar. Pero antes de embarcar en ese maravilloso barco que es lo más parecido a una ciudad flotante que podemos encontrar, hay que tener en cuenta algunas cosas que harán que viajemos más tranquilos y sin preocupaciones.
Medidas de seguridad al embarcar
¡Ha llegado el momento de embarcar! Tenemos que subir a bordo, pero antes, tendremos que pasar por las estrictas medidas de seguridad del buque. Lo primero, identificarnos con el DNI o el pasaporte. No se puede subir a bordo sin este documento, aunque si hay algún problema, como un robo, hay que llevar la denuncia interpuesta ante la comisaría (es suficiente, te lo digo por experiencia). Además, se ha de pasar por un arco de seguridad, como los que hay en todas partes, para que el equipo de seguridad del barco se asegure de que no hay nada que pueda resultar peligroso. Las maletas también pasan por el control de rayos X, en el que detectarán cualquier arma o aparato que pueda resultar un riesgo para la seguridad. Ojo, que esto incluye pequeños electrodomésticos que puedan ocasionar un incendio. Los encargados de la seguridad pueden requisarlo para evitar problemas.
Hay que respetar los horarios de embarque
Un crucero tiene un horario extremadamente estricto. Esto quiere decir que cuando sea la hora de zarpar, zarpará, sin esperar a nadie. La única excepción de esto sería que se retrasase alguna excursión organizada por el propio barco, y aún así, podría ocurrir que el barco zarpara y se arreglara el traslado de los rezagados de otra manera. Cuidado con los horarios si se va por libre, y todo irá bien.
Calabozos en el crucero
No creas que por estar en alta mar vas a escapar de un castigo si infringes la ley. A bordo del crucero hay calabozos, así que si el departamento de seguridad opina que debes pasar unas horas encerrado en ellos hasta que las autoridades se hagan cargo del presunto delincuente, ahí los tienen disponibles.
Médico a bordo, pero también tanatorio
Todos los cruceros llevan a bordo personal médico, que se encargan de pequeñas dolencias que puedan sufrir los pasajeros. En el caso de algo más grave, se puede trasladar al enfermo hasta el puerto más cercano para que reciba atención médica, incluso en helicóptero, si fuera necesario. Si hay algún fallecimiento a bordo, hay un tanatorio con varias plazas, de manera que el cuerpo del finado puede mantenerse en condiciones hasta la llegada al puerto o la repatriación. Cada año mueren unas 200 personas durante un crucero, así que es un equipamiento indispensable.
Gastos no incluidos
Aunque la mayoría de los cruceros van con la etiqueta de «Todo Incluido«, hay cosas que no entran en este concepto. Por ejemplo, aunque entren la mayoría de bebidas y comidas, las bebidas Premium no entran y tienen un precio acorde con su categoría. También es posible que el barco tenga algún restaurante donde se cobre la comida o cena a parte, así que hay que asegurarse. Las excursiones tampoco están incluidas, así que hay que hacer bien los cálculos para no llevarse sustos.
Se gana peso, sí o sí
En un crucero puedes comer y beber todo cuanto quieras y casi a cualquier hora del día. Así que no te sorprendas si al bajar del barco y llegar a casa te encuentras con unos kilos de más. Pocos se libran de este aumento de peso, pero bueno, se trata de un viaje de vacaciones, así que se puede perdonar, ¿no?
