Entre Cielo y Tierra: “La Navidad como Producto Turístico”

La época decembrina siempre ha sido aprovechada para múltiples propósitos, por una parte, los más ortodoxos, vinculados a las creencias religiosas donde la celebración del advenimiento del niño Jesús y todo lo que esto significa para el mundo cristiano, es el centro de la celebración auspiciada por la iglesia y sus feligreses; por otra parte, los festejos más paganos traducidos en fiestas, música, grandes decoraciones, publicidad alegórica, regalos y exaltación de tradiciones regionales y locales.

La combinación de ambos propósitos ha sido convertida en un excelente producto turístico comercializado de diferentes formas en el llamado mundo occidental. Unas vacaciones en New York incluyen la posibilidad de compras en “Christmas Village”, “Macys”, “Blomingdale’s”, o en las famosas jugueterías “FAO Schwarz “, “Lego”, “Disney” o “Toy´r Us”; recibir el año en Time Square, disfrutar de las maravillosas decoraciones de la 5ta. Avenida, y del tradicional e inmenso árbol de navidad del Rockefeller Center de Manhattan; todo lo anterior aderezado con estupendas obras de teatro, discotecas y show artísticos.

Roma se promueve en navidad con el gran pesebre y árbol de navidad de la Plaza del Vaticano, así como la famosa misa de nochebuena ofrecida por el Papa en persona; además de las extraordinarias decoraciones en tiendas, avenidas y edificios.

Estrasburgo, en Francia, se promueve como la capital de la navidad, con el mercado navideño más antiguo del continente europeo que data de 1570. Esta ciudad también exhibe con orgullo su sistema urbano de transporte público, para muchos el más moderno de Europa, en cuyos tranvías colocan bellísimas decoraciones navideñas.

Viena, Berlín y Londres también son famosas por sus encantos navideños.

En Latinoamérica, México destaca con su luminosa navidad, donde las decoraciones de avenidas, edificios y monumentos públicos son un verdadero espectáculo, y las fiestas populares navideñas denominadas –Posadas– se celebran por doquier con mucha comida, villancicos navideños y la tradicional y pegajosa música mexicana.

En Ecuador, tanto Quito, Guayaquil y Cuenca, derrochan en tradiciones navideñas fundamentalmente católicas; las iglesias, avenidas y edificios son provistas de radiantes decoraciones que constituyen un interesante atractivo para los visitantes y locales.

En la Venezuela de los años 60´, 70´,80´y 90´ la navidad siempre fue un atractivo turístico para visitantes nacionales y extranjeros, la mejor época del año, plagada de fiestas tradicionales y modernas, con mucha música bailable, aguinaldos y gaitas por doquier; una variada gastronomía típica de la época conformada por hallacas, pan de jamón, pernil de cochino horneado, jamón planchado, torta negra, dulce de lechosa, y otros platos tradicionales de cada región.

Los principales hoteles, clubes sociales y centros nocturnos, competían ofreciendo las mejores fiestas nocturnas con orquestas famosas como Billos, Los Melódicos, Oscar De León, entre otras, acompañadas de famosos Dj´s o minitecas, y de grupos gaiteros tales como Cardenales del Éxito, Maracaibo 15, o Gran Coquivacoa.

En los Andes venezolanos, las parrandas, villancicos y las hermosas tradiciones como la Paradura del Niño, enriquecen todavía la navidad y atraen a muchos visitantes a pesar de la crisis económica que se vive en el país. En resumen, la navidad es, y seguirá siendo, una excelente época y un excelente producto turístico que podrán seguir ofreciendo todas aquellas ciudades donde la seguridad y la estabilidad política y económica lo permitan, porque ningún visitante puede estar interesado en ir de vacaciones a pasar penurias e inseguridad en esta bella temporada del año.

Willian J. Bracho, MSc.

wjbracho@yahoo.com ; willianbracho@estrategaconsulting.net

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