El combustible no tradicional comienza a instalarse como opción para los nuevos barcos, mientras los puertos enfrentan el desafío de adaptarse a las nuevas necesidades que plantea.
Mariana Barrera
Actualmente, los motores de muchos autos utilizan gas natural licuado (GNL) como combustible, o bien son duales, es decir, que funcionan tanto con GNL como con nafta. ¿Pero qué ocurre con los cruceros?
Según las regulaciones de la International Maritime Organization (IMO), a partir del 1º de enero de 2020 estarán obligados a cumplir con el Anexo VI del Convenio Marpol, el cual impone reducir el índice de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de 3,5 a 0,5.
El uso de GNL, entonces, acude en auxilio de la industria de los cruceros.
Y aunque todavía la mayor parte de la flota activa sigue funcionando en base a fueloil –un combustible muy contaminante–, tiende cada vez más aceleradamente a adoptar el GNL como combustible, con lo cual se elimina un alto porcentaje de polución.
El GNL se obtiene al enfriar el gas metano a -160º C, con lo cual se vuelve un líquido inodoro, incoloro y no tóxico ni corrosivo.
Además, reduce su volumen a 1/600, con lo que se facilita el transporte por mar, y también el almacenamiento y regasificación.
De esta manera, la autonomía de los cruceros sólo depende de su capacidad de almacenamiento, y de su consumo.
Pioneros del Mediterráneo
Según, Cruise Lines International Association (CLIA), 111 cruceros ya han adoptado tecnologías para la depuración de gases de escape, y 25 de los que actualmente se encentran en construcción usarán GNL como combustible principal, con el objetivo de reducir las emisiones tóxicas.
Uno de ellos es el MSC Europa, que comenzó a construirse el 31 de octubre (Ver Más) y será el segundo de los cinco barcos que MSC Cruceros planea construir con GNL como combustible.
Durante la ceremonia de corte de acero, Pierfrancesco Vago, presidente de la naviera, destacó: “MSC Cruceros ha estado comprometida con el cuidado del medioambiente y las formas de minimizar y reducir continuamente su huella de carbono, tanto en el mar como en tierra.”
“A través de la tecnologías innovadoras, de vanguardia y efectivas aplicadas a toda nuestra flota y con cada barco nuevo, elevamos nuestro standard de desempeño ambiental –agregó Vago—. El objetivo final es operar con cero emisiones.”
Costa Cruceros también incorporará su primer crucero impulsado por GNL, el Costa Smeralda, en diciembre próximo.
GNL en el Cono Sur
Mientras que, en el Río de la Plata, Buquebus opera desde 2013 el ferry Francisco, que conecta Uruguay y Argentina, y utiliza el GNL que le abastece la planta propia que la compañía posee en la localidad de San Vicente, en las afueras de Buenos Aires.
Por cierto, el aprovisionamiento de GNL es un tema que los puertos de la región ya se plantean (o deberán hacerlo en breve) para adaptarse a estas necesidades de las navieras, que invierten grandes sumas en el desarrollo de ésta y otras tecnologías para reducir su huella de carbono.
Aunque no sólo se trata de responsabilidad social: las estadísticas señalan que la generación millenial tiene un gran compromiso con el cuidado del medioambiente, y que toma muy en cuenta a estos factores a la hora de decidir sus viajes.
Es que, si bien es cierto que el futuro del aire y los océanos preocupa a las grandes compañías, también está en las manos de los consumidores, cada vez más conscientes de su responsabilidad al elegir productos y servicios que no pongan en riesgo la calidad de vida de las generaciones futuras.
Fuente: Federación Europea de Transporte y Medioambiente
Fuentes: Cruise Arabia / Patricia Núñez Consultora / Agentravel / Noticias de Cruceros
