El turismo oscuro está de moda y estos son los lugares más visitados

Amplias sonrisas, acrobacias frente a la noria, o posados en ropa interior: las fotografías que muchos turistas se han tomado en los últimos meses en la ciudad de Prípiat, donde se ubica la central nuclear de Chernóbil, generaron la indignación mundial por el poco respeto que mostraban hacia una catástrofe funesta. Pero en realidad, aquellas desconsideradas estampas, escondían una realidad aún más perturbadora. 

Después de que HBO estrenara la famosa miniserie “Chernobyl”, el número de visitantes anuales al lugar del siniestro no ha dejado de crecer: según informó el canal CNBC, la Junta de Turismo y Promoción de Kiev espera recibir este año a un total de 100.000 visitantes, superando así los 72.000 de 2018, y los 50.000 de 2017.

Chernóbil, sin embargo, no es el único destino marcado por la tragedia que ha experimentado un crecimiento exponencial en su turismo en los últimos años. La cueva Tham Luang -en la que doce niños tailandeses quedaron atrapados-, la catedral de Notre Dame, Auschwitz o la Prisión de Alcatraz, son algunos de los lugares siniestros que se han puesto de moda entre los viajeros.

“Aunque viajar a lugares asociados con la muerte no es un fenómeno nuevo, el auge del turismo como un sector económico fundamental a escala mundial ha disparado el interés por este tipo de lugares, que se conoce como tanatoturismo o turismo oscuro (dark tourism)”, explicó Daniel Liviano, profesor de Estudios de Economía y Empresa en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en España.

La cueva Tham Luang

El 23 de junio de 2018, 12 niños tailandeses y su entrenador quedaron atrapados en la cueva Than Luang, al norte del país. Pasaron 10 días sin comida y sumergidos en una oscuridad absoluta, hasta que las autoridades pudieron localizarlos. Los 13 estaban vivos, y la noticia dio la vuelta al mundo.

Sin embargo, la historia de los menores no terminó entonces: cuando dieron con ellos en una de las profundas cavidades de la cueva inundada, los rescatistas se enfrentaron a una realidad demoledora. No sabían cómo iban a sacarlos de allí.

Auschwitz

El tren que llegaba al campo de concentración de Auschwitz transportó a más de un millón de personas a una muerte lenta y agónica. Judíos, homosexuales, prisioneros de guerra, gitanos o testigos de Jehová murieron allí, masacrados por los trabajos forzados, o apresados en una cámara de gas.

Sin embargo, casi 80 años después del plan de aniquilación más macabro de la historia contemporánea, las vías del tren que llevaban a Auschwitz se han convertido para muchos en una estampa perfecta para subir a Instagram.

Ajenos al sufrimiento de las personas que recorrían aquel trayecto a principios de la década de los cuarenta del siglo pasado, los visitantes caminan por las vías y posan para la cámara tratando de hacer equilibrio. Unas imágenes frívolas que las autoridades condenaron a través de redes sociales.

La prisión de Alcatraz

Sobre la cima de un peñón, en la Bahía de San Francisco, se ubica una cárcel de máxima seguridad cuyos secretos y misterios han inspirado decenas de leyendas y cuentos para no dormir: la prisión de Alcatraz.

Reconocidos criminales como el psicópata amante de los pájaros Robert Stroud o el reconocido mafioso Al Capone durmieron en los calabozos de la prisión y murieron en sus instalaciones. Albergaba en total a 302 reclusos en celdas minúsculas e individuales.

En 1972, Alcatraz pasó a formar parte de la red de parques nacionales y en la actualidad, es uno de los principales atractivos turísticos de San Francisco. Al año la visitan más de 1.000.000 de turistas deseosos de conocer sus oscuros secretos. Más ahora, que un grupo de arqueólogos descubrió bajo el patio de la prisión pasadizos subterráneos “a prueba de bombas”.

Chernóbil

Desde que HBO lanzara su miniserie sobre la catástrofe de la central nuclear, el turismo en la zona no ha dejado de crecer. Según estimaciones de Victor Korol, director de SoloEast, -una empresa que ofrece visitas turísticas en el área- el número de visitantes crece un 48% anual. Y este año, las autoridades esperan recibir a un total de 100.000 viajeros.

Lamentablemente, al igual que ocurre en Auschwitz, muchos de los turistas no demuestran sensibilidad ni parecen comprender la dimensión de la tragedia que allí se vivió. Sacarse fotografías junto a la noria oxidada y abandonada, o posar junto a estructuras consumidas por el fuego, parece haberse convertido en la última tendencia de Instagram, y algunos fans de la serie se comportan como si se encontraran en unos estudios de grabación.

El hotel Cecil

Suicidios, desapariciones, asesinatos e infinitos reportes que denuncian actividad paranormal:construido en 1927, el hotel Cecil es considerado uno de los sitios más embrujados de Los Ángeles, y alberga cada día a centenares de turistas que quieren experimentar su atmósfera escabrosa.

Entre los años 50 y 60 del siglo pasado, múltiples suicidios y crímenes violentos ensombrecieron la reputación del hotel. Tiempo después, en 1984, se hospedó allí Richard Ramírez, uno de los asesinos en serie más famosos de EEUU, responsable de la muerte de al menos 13 personas. Tras su estadía, que se prolongó durante casi un año, llegó al Cecil el austriaco Jack Unterweger, a principios de la década de los 90. En 1991, asesinó al menos a tres mujeres.

Fuente: venezuelaaldia.com

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