Frutillar: el lugar en Chile que parece sacado de un cuento

En Chile existe un pueblo junto al lago Llanquihue que es seguramente califica para estar entre los más pintorescos del país. Lo pude visitar en mi reciente viaje por la Región de los Lagos en Chile y fue una de las agradables sorpresas.

Frutillar es sobre todo una colección de casas que parecen salidas de un cuento (con la impronta indudable de los colonos alemanes) junto al que es el segundo lago más grande de Chile.

Esplendor del marco paisajístico junto al lago Llanquihue

Al pueblo precioso en la orilla del lago hay que sumar el esplendor del marco paisajístico. En la orilla opuesta al lago emerge la figura cónica del volcán Osorno. Muchos equiparan la perfección cónica de este volcán de pico nevado con el volcán Fuji en Japón. Esta foto la hice desde la playa de Frutillar, en un día precioso de otoño.

Por cierto, si hay algo que identifica al pueblo de Frutillar, son sus casas antiguas de estilo alemán. El pueblo fue fundado a orillas del lago en 1856 por inmigrantes alemanes, que se instalaron en los alrededores de una pintoresca bahía. Dedicados en principio a las actividades rurales, poco a poco comenzaron a construir sus casas impulsados por la prosperidad del comercio regional. El mismo impulso comercial que propició la llegada del ferrocarril en el año 1907 en la estación del llamado “Frutillar Alto” (en una zona más elevada y alejada del lago).

Hasta hoy lo que sigue atrayendo mayormente el turismo es el Frutillar bajo, es decir, la parte que está junto al lago y sus playas (el que sale en las fotos). Es en “el bajo” donde se encuentran las casa típicas y el área protegida por su valor patrimonial. Especialmente sobre la calle principal (Avenida Philippi) están los edificios más importantes, la iglesia, la municipalidad, o las iglesias.

Influencia alemana en la cultura frutillarina

Lo que hace singular a este pueblo, es la actual mixtura de las influencias alemanas con la cultura chilena, algo visible tanto en la arquitectura como incluso en la gastronomía (incluso la flora).

Otra de las tradiciones que han dado fama a Frutillar son las Semanas Musicales, que se celebran desde el año 1968. De hecho son numerosas las referencia a la cultura y tradición musical de Frutillar: hay esculturas como el piano, la lira o el odeón decorando el paseo costero.

Otro de los edificios notables en Frutillar es el Teatro del Lago, un edificio notable y de construcción más reciente. En el teatro se puede observar la cartelera y programación, notable para tratarse de un pueblo: conciertos, obras teatrales, ballet y cine sin pausa mes a mes con propuestas de proyección internacional. De hecho es uno de los emblemas y reflejo de la cultura musical de Frutillar.

Teatro del lago

Si se preguntan si el agua del lago es apta para baño por su temperatura, la respuesta es que sí (tampoco hay que esperar un baño tropical). Sus playas, aún en otoño se pueblan de quienes buscan disfrutar del aire libre. Y no faltan quienes se atreven al baño.

Otro de los atractivos de la ciudad es el Museo Colonial Alemán. Este espacio (museo etnográfico y arquitectónico) es el lugar donde se puede entender y rememorar la vida de los colon0s alemanes junto al lago Llanquihue. Sobre unas tres hectáreas cedidas al municipio hay edificaciones que recuerdan ese pasado: la herrería, el molino, el campanario, la casona de campo. Se paga una entrada y se recorren el parque, los jardines y los edificios típicos en sus interiores. Y en cada interior hay recreaciones de como era la vida en Frutillar.

Esta es una foto desde los jardines del Museo Colonial Aleman, y se puede ver el entorno de Frutillar y el lago.

Alojarse en Frutillar

En resumen, Frutillar es un sitio precioso en donde quedarse a disfrutar del lago y su tranquilidad, sobre todo si estamos en temporada de buen clima (o más agradable, desde noviembre a abril en el verano austral). Te recomiendo mirar precios y opciones de alojamiento en Frutillar con cierta anticipación en temporada alta de verano.

Aunque estas fotos son de casas privadas, es el ambiente y estilo del pueblo: mucho verde, jardines, y casas de madera con mucho encanto.

Sobre la calle principal que recorre la costa del lago están situados la mayoría de comercios, restaurantes y tiendas de recuerdos o artesanías.

Cómo llegar a Frutillar: desde la cercana Puerto Varas, hay servicios de buses regionales con bastante frecuencia durante el día. En coche son apenas unos 30 minutos (27 kilómetros). Pueden ver en el mapa la ubicación y el trayecto de este tramo (es bastante recomendable explorar el área en coche de alquiler).

Por su parte Puerto Montt es la ciudad más importante en cercanías para llegar a Puerto Varas (y por defecto a Frutillar). Puerto Montt es la capital de la provincia de Llanquihue y de la Región de los Lagos y posee un aeropuerto internacional.

Fuente: ablturismo.com

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