Ryanair se estanca en España tras cancelar cientos de vuelos

La aerolínea irlandesa, en conflicto laboral con sus pilotos y tripulaciones, apenas crece un 2% en plena temporada alta en uno de sus principales mercados. 

A Michael O'Leary le crece la lista de problemas de Ryanair, la aerolínea de bajo coste que preside: la compañía irlandesa se estancó en julio en España, uno de los meses más fuertes en uno de sus principales mercados.

El 25 y 26 de julio se cancelaron el 24% de las operaciones en el país como consecuencia de las huelgas de los tripulantes de cabina y pilotos en España, Portugal, Italia y Bélgica. Los paros, que obligaron a desprogramar cientos de vuelos, explican, en buena medida, que la cotizada registrase poco más de 4 millones de pasajeros en España, un 1,6% más que en 2017.

Estos datos son negativos para la aerolínea, al menos, por cuatro motivos. Primero, porque en el primer semestre había avanzado un 8,5% en España por lo que julio supone un punto de inflexión con el ritmo de los meses previos, que habían evolucionado mejor de lo previsto. Segundo, porque el crecimiento de España fue en julio dos tercios inferior al alza media del 4% que registró el grupo en conjunto, con 13,1 millones de pasajeros en total. Tercero, porque las principales aerolíneas competidoras sí que ganaron usuarios en ese mes a una velocidad sensiblemente superior (ver cuadro adjunto). Y cuarto -y quizá más preocupante-, porque en agosto han continuado las huelgas -convocadas en otros países, pero que también han afectado a España- y los motivos de los paros (las condiciones laborales de azafatos y pilotos ) no han desaparecido. La crisis puede afectar a su reputación.

Ryanair ha comenzado a reunirse con los representantes de los trabajadores. Ayer lo hizo en Irlanda y mañana será el turno de Alemania.

En España, el diálogo se ha aplazado hasta septiembre. En todos los casos, la amenaza de nuevos paros sigue en encima de la mesa.En conjunto, la red de aeropuertos de Aena, empresa pública que preside Maurici Lucena, registró 28,4 millones de pasajeros en julio, un 3,2% más. La cifra de operaciones aumentó un 4,3% mientras que se manipularon un 10,5% más de mercancías, con 84.087 toneladas.

Tras Ryanair, Vueling se mantuvo como la segunda aerolínea con más actividad en el país y un 7,9% más de usuarios. EasyJet, la gran competidora en Europa de la compañía irlandesa, ganó cerca de un 7% de pasajeros en España y se situó como la cuarta aerolínea, aunque a una gran distancia de Ryanair.

Por su parte, tanto Iberia (junto con su filial Iberia Express) como Air Europa registraron incrementos superiores al 10% en julio.

Frenazo en El Prat

Madrid-Barajas, que creció un 8,7% en julio, amplió su ventaja respecto del aeropuerto de Barcelona, que mejoró su tráfico en un 2,5%, el menor avance desde 2013. La situación de El Prat en verano ha puesto en alerta a las compañías por su limitada capacidad de ganar nuevos usuarios, tras una década en la que Barcelona consiguió incrementar la cifra de usuarios en un 72% a pesar de la crisis.

Los datos de julio demuestran que el segundo aeropuerto de España apenas canalizó un 1,4% más de aterrizajes y despegues de aviones, y terminó ganando usuarios porque las naves van más llenas y éstas tienen cada vez mayor capacidad. "La capacidad para crecer en verano en El Prat es muy baja o nula", reconocían ayer en Vueling, la principal aerolínea de El Prat.

Fuente: expansion.com

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